El candidato a la presidencia de la República por la coalición del PRI, PVEM y Nueva Alianza, José Antonio Meade, calificó la respuesta de México a la política comercial de Estados Unidos, como correcta, inmediata y oportuna, y opinó que la imposición de aranceles por parte de esa nación sí influirá en el proceso electoral de julio próximo.
Aseveró que la medida estadunidense sí puede influir, porque vemos cómo se actualizan riesgos y cómo estos factores implican para nosotros definiciones de carácter político y estratégico.
En entrevista en el noticiero de Joaquín López Dóriga señaló que este asunto “le mete a este cierre de campaña toda una batería de temas sobre los que es importante reflexionar”, y entender cómo cada una de las diferentes opciones políticas estaría reaccionando para enfrentar y administrar de mejor manera todos estos riesgos.
Meade Kuribreña dijo que la inestabilidad que vivimos desde septiembre nos debe hacer pensar en la definición de la elección, entre certidumbre y riesgo.
Subrayó que “a México le va a tocar vivir los siguientes años en medio de todos estos elementos, porque nos generan ruido, zozobra, nos implican riesgos y por eso una propuesta sensata, razonada, que le dé certidumbre a las familias y al país, yo creo que es la mejor alternativa que tenemos en esta elección”.
Consideró que estos retos hay enfrentarlos con experiencia, con conocimiento y ofreciendo un espacio de certidumbre frente a todos los riesgos que estamos viendo afuera.
El candidato de la coalición Todos por México puntualizó que lo hecho por Estados Unidos es una señal muy preocupante, porque refleja de nuevo un mal entendimiento de cómo funciona el comercio internacional y de cómo el comercio le da competitividad a la región norteamericana.
“Uno pensaría a veces que nosotros merecemos un aluminio y un acero que compite con Estados Unidos, pero la verdad es lo que pronto se va a dar cuenta Estados Unidos, que la producción de acero y aluminio de México complementa la producción de ellos”, expuso y agregó que la medida terminará afectando la competitividad de la región.
También se está frente al riesgo de que suban las tasas de interés allá y la incertidumbre que vemos en el mercado de los energéticos se suma a lo incierto de una política comercial en donde la definición de ponerle aranceles atenta contra la idea de que Norteamérica es la que tiene que estar integrada para ser competitiva.
Asimismo, se corre el riesgo de perder dinamismo y de que las cadenas de valor que se han construido se vean obstaculizadas por una mala definición de política comercial.